Asomada al lago Lemán, Lausanne se convierte en el perfecto escaparate de esa Suiza elegante, ecléctica y mágica.
Ubicada en el punto más occidental de Suiza y a orillas del espectacular lago Lemán, Lausanne es una ciudad que se convierte en una de las mejores opciones para un verano fresquito en el corazón de Europa. Considerada como la cuarta ciudad más grande de Suiza y famosa gracias a su condición de sede del Comité Olímpico Internacional, Lausanne debe parte de su encanto a un casco histórico de cuento que despliega teatros inmensos, plazas con encanto o unas vistas del lago simplemente inmejorables.
Si aún no sabes qué ver en Lausanne, estas son algunas sugerencias:
Casco antiguo
Cerrado al tráfico en gran parte de su extensión, el casco antiguo de Lausanne es uno de los grandes obligados a visitar durante vuestra estancia en la ciudad. Un conjunto de callejuelas mágicas donde los cafés y las boutiques cimentan el camino hacia lugares como la Place de la Palud o, especialmente, la catedral Notre Dame de Lausanne. Un edificio de estilo gótico temprano que domina toda la ciudad y desde el que se obtienen inmejorables vistas de toda Lausanne y el lago Lemán.
Barrio de Ouchy
Si tomáis el metro eléctrico a través de la Avenida de Ouchy os toparéis con un barrio que se mantuvo apartado del resto de Lausanne hasta el siglo XIX. El resultado es un rincón con mucho encanto donde los edificios aristocráticos y los hoteles de lujo como el Beau-Rivage Palace se entremezclan con las barquitas y lanchas de colores que llegan desde Ginebra a través del lago Lemán. Un curioso barrio donde, además de su ambiente, os toparéis con un cementerio de perros o un Museo de la Fotografía que no tiene desperdicio.
Museo Olímpico
Situado en el mismo barrio de Ouchy, el Museo Olímpico supone el mejor escaparate de un evento deportivo cuya historia podréis explorar a través de su colección de objetos, vídeos y fotografías. Un espacio que repasa la trayectoria de los Juegos Olímpicos desde su primera edición celebrada en Atenas en 1896 hasta la actualidad.
Train des vignes
Si buscáis una experiencia diferente a modo de excursión en los alrededores de Lausanne, una de las mejores opciones es una travesía en el “tren de la viña”, más conocido como “train des vignes”. Un recorrido que comprende las localidades desde Vevey a Chexbres a través del valle de Lavaux, designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Terrazas de viñedos que permiten sumergirse en la cultura vinícola de esta zona de la región de Lemán y los secretos de sus encantadoras bodegas.
Les Pepinières
Aunque Lausanne pueda resultar histórica, la modernidad también se abre paso a través de barrios como Les Pepiniéres, la zona hipster de la ciudad y antiguo barrio industrial convertido hoy día en una meca de la frescura y el buen comer. No os perdáis una visita a algunos de sus museos, talleres donde se venden manualidades realizadas por ex-alcohólicos o antiguos almacenes que hoy día son tiendas de diseño. Una combinación ecléctica ideal para bailar entre dos épocas diferentes.
¿Has visitado Lausanne alguna vez?