Los lugares con los paisajes invernales más increíbles de España

Con la llegada del invierno, nuestro país de viste de nuevos colores regalándonos estos mejores paisajes invernales que te harán sentir en escenarios dignos de un cuento mágico.

Rascafría (Madrid)

El municipio madrileño de Rascafría supone uno de los mejores escenarios a la hora de disfrutar de un invierno diferente. El perfecto marco en el que poner en marcha la exitosa iniciativa conocida como Bosque Finlandés, la cual consiste en insertar diferentes cabañas con sauna propia asomadas a un lago artificial a fin de hacer sentir al visitante en una típica vivienda de la Laponia finlandesa. Un coqueto refugio desde el que podrás disfrutar de los muchos contrastes y experiencias que ofrece uno de los mejores paisajes invernales de nuestro país a tan solo una hora de distancia de la capital.

La Alhambra (Granada)

Sierra Nevada, en la provincia de Granada, evoca ese invierno casi eterno que atrae a hordas de esquiadores y familias en busca del destino blanco definitivo. Sin embargo, existen lugares no tan lejanos dignos del mejor cuento helado, y uno de ellos es sin duda La Alhambra. Desparramado sobre el cerro de La Sabika, este complejo palaciego sucumbe a la nieve algunos años dibujando una de las estampas más bonitas del invierno español, especialmente recomendable su vista desde el famoso Mirador de San Nicolás o el Mirador de San Cristóbal, menos conocido pero mejor valorado por los habitantes de la ciudad nazarí.

Picos de Europa

Repartidos entre Asturias, Cantabria y León, los Picos de Europa no solo conforman el segundo parque nacional más visitado de España tan solo por detrás del Teide, sino que sus pronunciados contrastes regalan algunos de los mejores paisajes invernales no solo de España, sino posiblemente del mundo. Parte desde Arenas de Cabrales, en Asturias, y alcanza Bulnes a través de un trenecito que tiempo atrás conectaba una pequeña aldea con el resto del mundo o disfruta de las vistas que ofrecen lugares como el mirador de Carreña o el lago Enol a la hora de contemplar las primeras nieves bañando peñascos épicos.

Valle del Roncal (Navarra)

Ubicado en la comunidad de Navarra y surcado por el río Esca, el Valle del Roncal abarca una porción de la Cordillera de los Pirineos que lo convierte en el mejor lugar para practicar un esquí nórdico cada vez más popular entre los aficionados a este deporte invernal. Una inmersión que, especialmente en lugares como la zona de Roncalia, alcanza sus cotas de máxima belleza al dibujar diversas sendas ideales para una jornada de senderismo entre picos nevados, hayedos, robledales y pistas de esqui infinitas.

Espot (Lleida)

¿Alguna vez has soñado con visitar un típico pueblo sueco en pleno invierno? ¿Descubrir si realmente Papá Noel vive en su morada finlandesa rodeado de duendes y regalos? Es posible, pero quizás no sea necesario viajar tan lejos cuando en España contamos con lugares tan pintorescos como Espot, un pueblecito situado en el valle homónimo que visto desde las alturas se convierte en un lugar digno de El Grinch o cualquier otro relato navideño. Si además aprovechas tu estancia para visitar el Parque Nacional de Aigüestortes, mejor que mejor. Sin duda, uno de los mejores paisajes invernales a descubrir en nuestro país.

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Costa de la Muerte (Galicia)

La también conocida como Costa da Morte es una región dibujada en La Coruña que engloba desde el cabo Roncudo hasta el famoso cabo Finisterre. Considerado en la antigüedad como el lugar donde terminaba el mundo, este escenario épico de afilados acantilados y faros solitarios dibuja una imagen tan mágica como siniestra, especialmente en unos meses invernales en los que asomarse al Atlántico desde las alturas del Cabo Villano o las playas de O Ariño te harán sentir que eres la única persona viva sobre la faz de la Tierra. Paisajes invernales diferentes para una tierra con cientos de contrastes

Albarracín (Teruel)

Considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, Albarracín se erige sobre un peñón bordeado por el río Guadalaviar desplegando un laberinto de calles de tejados rojizos, restos de construcciones árabes y rincones de un encanto único. Magia que, especialmente con la llegada del invierno, convierte sus techos nevados en la perfecta ensoñación que vinimos a buscar en este candidato a Patrimonio de la Unesco.

Valdezcaray (La Rioja)

En La Rioja no todo es vino; de hecho, con la llegada del invierno las primeras nieves comienzan a blanquear la famosa estación de esquí de Valdezcaray, un paraíso digno de ángeles en la nieve y contrastes únicos. Alcanza el famoso pico San Lorenzo y contempla las estaciones de esquí dibujándose en este manto blanco a complementar con una visita entre viñedos y pueblecitos mágicos.

Sierra de Urbión (Soria)

Con sus 2.229 metros de altura, el Pico de Urbión domina una sierra homónima convertida en el gran orgullo de la provincia de Soria. Lugar de nacimiento del famoso río Duero, este escenario épico regala atracciones tan interesantes como la Laguna Negra de Urbión o la famosa cascada en la que se inicia el río Urbión, un icono que en las semanas más frías se convierte en un témpano de hielo fascinante.

Parque Natural de Corralejo (Canarias)

¿Quién dijo que los mejores paisajes invernales debían ser blancos y fríos? Si lo tuyo no son las mantas ni las estufa, existe un archipiélago no muy lejos de la Península Ibérica donde las temperaturas rondan los 30º y sus playas, a pesar de ser atlánticas, regalan los primeros chapuzones del año. Canarias encuentra en sus islas diferentes motivos para vivir un verano prematuro, especialmente si te dejas caer por el Parque Natural de Corralejo, área ubicada al norte de Fuerteventura donde pueblos surferos como el homónimo Corralejo se abrazan a cientos de dunas, playas azules y carreteras que invitan a descubrir los secretos de sus volcanes.

Estos mejores paisajes invernales regalan algunas de las vistas más espectaculares de una España con escenarios suficientes para hacer que te quedes, que pospongas esa visita a unos países nórdicos cuya belleza nada tiene que envidiar a los Picos de Europa o los pueblos nevados de Teruel.

¿Con cuál de estos mejores paisajes invernales te quedas?